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Dora Zajac, miembro de SOS Caballito: “Los vecinos deben movilizarse para que se respete la ley”

El barrio porteño de Caballito enfrenta un desmedido aumento de construcciones que genera desde saturación de los servicios hasta derrumbes. Por eso, agrupaciones vecinales como SOS Caballito buscan proteger la calidad de vida y la identidad del barrio. 

Por Julieta Collado

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El barrio de Caballito es testigo de un crecimiento de construcciones en los últimos años que no solo modificaron su aspecto, sino que también afectan la calidad de vida de sus habitantes. La agrupación SOS Caballito, formada por vecinos, se convirtió en un actor clave en la lucha contra las ilegalidades y la falta de control en las construcciones. Dora Elena Zajac, psicoanalista que forma parte de la agrupación, destaca el objetivo de garantizar la calidad de vida en un barrio con gran densidad poblacional, donde los servicios no soportan tal crecimiento. 

 

En ese contexto ocurrió el derrumbe de febrero en Pedro Goyena 551, en el que la construcción de un nuevo edificio generó el desmoronamiento del PH lindero. Esta tragedia pasó a formar parte de un amplio conjunto de síntomas que surgen como consecuencia de una construcción desmedida en el barrio y una falta de control por parte de las autoridades. La escala de este hecho, con dos víctimas fatales, incrementó la preocupación de las asociaciones vecinales ante el escenario actual de construcciones en Caballito. 

¿Quiénes son y cuál es la labor de la agrupación SOS Caballito? 

 

Somos un grupo de vecinos de Caballito que, desde el 2007, estamos alertas ante las construcciones ilegales propiciando un barrio de casas bajas donde no se quite el verde y el sol. También nos enfocamos en los derivados de esas ilegalidades, como el derrumbe de Pedro Goyena en el que no solo habilitaron una obra que implicaba cavar al lado de un PH, sino que nadie hizo nada ante las denuncias de los problemas que la construcción traía. 

 

Nuestra labor tiene que ver con una preocupación absoluta por la falta de espacio. Entendiendo espacio en un sentido amplio ya que no hay espacio físico ni posibilidades de buen funcionamiento de los servicios. Caballito es un barrio con alta densidad poblacional.  Los parques y espacios verdes no llegan al 1,2 metros cuadrados por habitante mientras que la OMS recomienda de 10 a 15 metros cuadrados por habitante. Es decir, vemos deteriorada nuestra calidad de vida y las nuevas construcciones solamente aportan más cemento. 

 
 

¿La construcción de edificios residenciales conlleva complicaciones en cuanto al funcionamiento de los servicios del barrio? 

 

Sí, en Caballito tenemos todos los fenómenos típicos de una zona en la que no se cuida el barrio. En un principio, los desarrolladores dicen que los estudios de los servicios y del impacto ambiental son positivos. No obstante, en toda la zona tenemos cortes de luz,  inundaciones, entre otros problemas. Por ejemplo, tuvimos cortes de luz que duraron alrededor de 10 días. El problema es que tampoco está en los planes de los desarrolladores  evitarlo, sino que son vistas como desgracias que simplemente suceden. Incluso, muchas veces se comprometen a hacer arreglos que no realizan nunca. Eso después juega a favor de los vecinos en la Justicia. Por lo menos de manera transitoria porque cuando llega al Tribunal Superior de la ciudad, se expide a favor de los grandes empresarios.

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"Con la cantidad de construcciones actuales, no hay forma de que se conserve un barrio con manzanas tranquilas", comentó Dora Elena Zajad. Crédito: CP 

 

 

¿A que refieren las ‘ilegalidades’ en las construcciones? ¿Cuál es la respuesta de la agrupación ante ellas? 

 

El problema de las ilegalidades implica que al pedir autorización para construir un edificio se produce la famosa discrecionalidad. Es decir, surgen las excepciones que avalan la construcción de edificios que no estaban permitidos por ley. Actualmente, el tratamiento del Código Urbanístico viola la Constitución de la ciudad, en los artículos 89 y 90, y permite este fenómeno. Entonces, por ejemplo, se construye un edificio en una zona en la que no se puede construir más que 3 pisos. Se piden estas excepciones, sin tratamiento de doble lectura, que son absolutamente ilegales, pero que integran la lógica del nuevo Código Urbanístico. Dicho código menciona la factibilidad de las excepcionalidades al decir que los funcionarios tienen la  potestad de la discrecionalidad. En ese contexto, lo que se supone es que se utiliza dinero para obtener los permisos, pero no tenemos pruebas fehacientes de ello. 

 

Ante las ilegalidades, los vecinos tienen que movilizarse para que se respete la ley. Usualmente la respuesta implica presentar amparos ante la Justicia, pero también participamos de reuniones en la legislatura. Por ejemplo, estamos participando en las reuniones antes de que salga el código, aunque es una participación que no tiene peso sino que es declaratoria. Al final del día los que legislan son ellos y el nuevo código, que deja mucho que desear. Dicen que les interesa la opinión de los vecinos, pero en realidad no la toman en consideración. 



¿Existe una oposición entre el desarrollo del barrio y la protección de su identidad?

 

Aquellos que defienden las nuevas construcciones plantean una dicotomía entre evolución y protección. Como si cuidar el patrimonio, el hábitat y la calidad de vida se opusiera al desarrollo. Para nosotros, es una falsa dicotomía porque la evolución no es construir metros de cemento deteriorando la calidad de vida, sino que evolución y protección van de la mano.  En SOS Caballito consideramos que el desarrollo es la defensa de la identidad de un espacio. 

 

En verdad, proteger no solo entraña cuidar de nuestra identidad y calidad de vida sino que también implica proteger nuestra historia. Es decir, proteger lugares o viviendas emblemáticas. Como la construcción de Pedro Goyena, en la que se requerían medidas serias para prevenir esa barbaridad y evitar el derrumbe.  En definitiva, lo cierto es que siempre hay que proteger y defender los factores primarios como la historia, el patrimonio, la identidad y la calidad de vida. 


 

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“El cambio también tiene que generarse en la cuestión de cómo circulan los permisos”, explicó Dora Elena Zajad. Crédito: CP​​​​​​​​​​

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¿Qué cambios son necesarios en términos de planificación urbana para evitar futuros incidentes como el derrumbe? 

 

Lo que hace falta es hacer estudios previos:  del suelo, de la factibilidad, del impacto en los servicios, entre otros. No se puede aprobar alegremente un expediente porque lo presenta un arquitecto o un constructor. Los organismos de control tienen que verificar todo esto, porque la inescrupulosidad de los constructores y el ánimo del dinero hacen que después compren voluntades. Así, esos expedientes muchas veces son aceptados cuando en realidad no gozan de la aprobación de los organismos. 


 

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Crédito: Infobae

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¿Cómo pueden los vecinos involucrarse en la protección del barrio frente a la construcción excesiva?

 

La posibilidad de involucrarse está siempre a través de las organizaciones vecinales y centralmente a través del Consejo Consultivo de la comuna. Ahí los vecinos llevan sus preocupaciones y se decide qué hacer. También hemos hecho reuniones de Consejo en las que se acordó juntada de firmas y hemos hecho actos a los que los vecinos se suman, firman y se les explica la situación.     

Nuevos desarrollos Caballito
Construcciones Caballito.JPG
Cambios en el Código Urbanístico DESPIECE.jpg
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